23 Oct Testimonio “¡Vale la pena!”
Soy Pamela, tengo 35 años, estoy casada y tengo tres hijos nacidos. Comencé a llevar el registro de fertilidad para espaciar un nuevo embarazo hace poco más de un año. Debo decir que antes creí
conocer el método, pero nunca me acerqué a recibir asesoría especializada del tema.
Para iniciarse en este método creo que debe haber voluntad y compañía esencialmente. No es un comienzo fácil, puesto que hay miedos, incertidumbre y desconfianza, no del método, sino de las
estimaciones que uno puede realizar.
Con la ayuda de mi muy estimada matrona Ximena Mallea, comencé a conocer el método, del cual sólo había escuchado complicaciones y dificultades, y me fui interiorizando en su funcionamiento.
Las primeras citas son muy didácticas, hay mucha información que ‐por lo menos en mi caso‐ fue muy fácil de asimilar, y el apoyo humano y profesional hace de esta experiencia un trampolín
directo a la confianza. Siempre he recibido una muy buena disposición para despejar las dudas tanto en las citas como en cualquier otro momento.
En este año de experiencia con mi esposo hemos fortalecido nuestro matrimonio, agradezco su apoyo y confianza, es un punto importante para no decaer. Hasta puedo decir que comenzamos a
pololear nuevamente.
Me siento muy confiada y comunicada conmigo, me siento plena, feliz y natural. Y desde una perspectiva espiritual, que fue el factor que más influye en mi opción de vivir la fertilidad, puedo decir que me siento en paz con Dios. Recomiendo a todos al menos intentar vivirlo. ¡Vale la pena!