Eutanasia

Eutanasia

Cuando hablamos de “eutanasia”, ¿qué queremos decir?

Hoy en día, se habla de eutanasia en el contexto de la atención de salud. Para nuestros efectos, “eutanasia” significa hacer o no hacer algo para producir intencionalmente la muerte de un paciente.

¿Por qué hay tanta confusión en torno a la palabra?

Veamos qué No es la eutanasia: No se llama eutanasia a la administración de medicamentos para controlar el dolor… eso se llama buena atención médica. No se llama eutanasia a la acción de detener un tratamiento extremadamente costoso a un paciente… eso se llama ejercicio de la opción moral de rechazar procedimientos médicos extraordinarios. No se llama eutanasia al hecho de suspender la alimentación que un paciente recibe a través de un tubo y cuyo cuerpo ya no puede asimilar… eso se llama simplemente aceptar la muerte.

En las circunstancias anteriores, el control del dolor, el negar medios extraordinarios, y el detener la alimentación pueden producir la muerte… Pero -y esto es crucial para entender qué es la eutanasia- a diferencia de la eutanasia, el propósito y la intención no son llevar a la muerte.

En realidad, la eutanasia se podría llamar una forma de suicidio, el suicidio asistido, o incluso el asesinato, según el nivel de participación y el consentimiento del paciente. Pero definir la eutanasia esta manera pareciera disminuir su amenaza. Después de todo, ¿las leyes castigan a quien intenta suicidarse, o a quien ayuda a un suicida? Por desgracia, cuando se trata de enfermos y discapacitados, esto ya no es del todo cierto, y las justificaciones amenazan querer derribar las barreras que sencillamente impiden matar.

Es de vital importancia comprender que de todos los derecho, el más básico, el derecho a la vida, está en peligro cuando nuestro derecho y la moral colectiva ya no ven a todas las personas igualmente dignas de vida por el hecho de ser seres humanos.

Es nuestro deber proteger y cuidar a los miembros más débiles y vulnerables de nuestra familia humana. Para hacer eso, debemos educarnos y educar a otros acerca de la creciente amenaza de la eutanasia. Debemos oponernos enérgicamente su legalización, y rogar para que haya sabiduría y compasión para consolar adecuadamente, cuidar y disuadir a aquellos que están considerando el suicidio.

Texto inspirado por American Life League, Inc.