¿Existe realmente un problema mundial que se deba atacar controlando el crecimiento de la población?
La naturaleza del problema es muy distinta al temor de un cataclismo ecológico. El verdadero cataclismo viene de la falta de nacimientos y el consiguiente envejecimiento de la población. Europa y Japón han estado sufriendo serios problemas económicos desde 1990 debido a que su índice de natalidad ha sido tan bajo que no tienen suficientes trabajadores jóvenes. Estos problemas pueden extenderse al resto del mundo bastante pronto y el resultado de la baja de la natalidad será un lastre para la economía en casi todo el mundo.
Los partidarios y opositores del control de la población tienen muy diferentes visiones del mundo, perspectivas, inquietudes y ventajas inherentes a esta lucha.
Revisemos sus argumentos.
Casi todo lo que el público en general pensaba hace diez años acerca de por qué se necesitaba controlar el aumento de la población era exactamente lo contrario de lo que realmente estaba sucediendo.
Todo el mundo “sabía” o “creía” que:
Hubo un problema de los alimentos que pronto empeoraría debido al rápido crecimiento de la población.
En cambio, la producción de alimentos por persona ha aumentado en un asombroso 60% desde 1948 y los expertos de la ONU dicen que podemos aumentar adicionalmente la producción de alimentos tanto como sea necesario.
Nos vamos a quedar sin petróleo y otras fuentes de energía en unos pocos años.
En cambio, hay un exceso de oferta de petróleo y la tecnología nos ha mostrado la forma de aumentar enormemente su suministro a un costo aparentemente bajo.
Nos íbamos a quedar sin minerales importantes porque había demasiada gente.
En su lugar, tenemos más minerales que los que teníamos antes o los que podemos usar y la tecnología nos permite aumentar su suministro de manera tan rápida y barata que los precios han bajado significativamente.
A medida que la población aumenta, nos vamos a quedar sin espacio.
En cambio, la cantidad de tierra necesaria para las necesidades humanas, incluyendo las tierras de cultivo, se ha mantenido prácticamente sin cambios o disminuyó en años recientes y la superficie forestal se ha mantenido prácticamente igual o ha aumentado.
Había demasiados bebés y muchos más bebés llegarían pronto.
En cambio, el número de niños ha disminuido desde alrededor de 1985, y el número de jóvenes que serán los trabajadores del mañana también está disminuyendo.
La población estaba creciendo demasiado rápido.
En cambio, el número de jóvenes está disminuyendo. La población aún crece y será así por un tiempo, pero ocurre así sólo porque el aumento de la esperanza de vida ha permitido que más personas de edad vivan más tiempo. A futuro la población disminuirá y aumentarán los ancianos.
Más personas significan más contaminación.
En su lugar, todos los países pueden ayudar a disminuir la contaminación.
Se avecina un desastre a raíz del calentamiento.
En cambio, las mediciones más precisas de la temperatura de la atmósfera no muestran un calentamiento global sustancial atribuible a causas humanas.
Más personas podrían destruir la calidad de vida.
En cambio, la calidad de vida parece mejorar a medida que aumenta la población.
Texto inspirado por American Life League, Inc.