Carta de Cony Saavedra por la muerte de Charlie

Carta de Cony Saavedra por la muerte de Charlie

Constanza Saavedra Caviedes

Al final, ganaste tú Charlie.

Podría parecer que el hospital y el Gobierno de Inglaterra ganaron todo: ganaron, en base a mentiras, impidiendo que Charlie pudiera recibir su tratamiento por meses, hasta que ya fue demasiado tarde.

Pareciera que ganaron no permitiéndole morir una muerte natural sino que asfixiado, como un pez fuera del agua. Muerte digna, según ellos.

A través de más mentiras pareciera que ganaron al impedir que sus padres decidieran al menos donde, como o cuando su hijo iba a ser desconectado.

Pero en realidad no ganaron. En lo absoluto.

Si querían padres quebrados, entonces perdieron porque es algo que emociona profundamente ver el amor, la fuerza y la dignidad de sus valientes padres. Cómo pelearon, con todo lo que tenían, hasta el último momento, siendo un ejemplo de amor para todo el mundo.

Si querían que otros aprendieran la «lección» y dejaran ir a sus Charlies sin pelear, también perdieron, porque esto fue solo el principio. Muchos otros se levantarán y darán la pelea de sus vidas por sus hijos.

Si querían dar una demostración de poder, perdieron estrepitosamente porque hay pocas cosas más poderosas que el que millones de personas de todo el mundo se unan por un pequeño niño, un luchador. Millones pidiendo un poco de esperanza, rezando juntos, pidiendo respeto a la vida y a la privacidad de decidir en familia.

Charlie, siendo tan pequeño, dejaste un gigantesco legado. Tocaste millones de corazones, hiciste una diferencia y nunca serás olvidado.

Ahora juega con los ángeles, corre, ríe, sé el niño más feliz del cielo. Pídele por favor a Dios que consuele a tus papás y que les permita sentir un poco de tu felicidad.